Las grandes preguntas espirituales , que eran resueltas solo por los grandes y
sobresalientes, deben ahora ser resueltan en los distintos grados a todo el
pueblo. Hacer descender cosas elevadas desde la cima de su potencia, hasta lo
común y masivo, para ello hace falta una gran riqueza, una ocupación de manera
constante en ello, porque solo entonces se ensanchará el conocimiento y se
aclarará el idioma, hasta expresar las cosas más profundas en un estilo fácil y
popular, para calmar las sedientas almas.
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